La actuación previa en los espigones en peine de este litoral “hubiera evitado” los daños del temporal, según ha especificado la concejal de Playas del Consistorio almonteño, Melanie Romero, que recordó que estos trabajos se planearon para 2011 a pesar de que “es imprescindible actuar ya. Si se hubiera regenerado en su día, quizás esto no hubiera pasado”.
Los espigones, según ha precisado la concejal, están enterrados, “no cumplían con sus funciones, no suaviza la acción del mar y las olas se llevan la arena”. Estos problemas se vienen repitiendo desde hace varios meses, cuando la lluvia ha estado haciendo estragos en el municipio.
De hecho, el Ayuntamiento encargó el pasado año a la Universidad de Huelva (UHU) un informe para poner nombre al problema de Matalascañas y buscar su solución más inmediata.
El investigador principal de este ‘Estudio Morfodinámico del Litoral de la Urbanización de Matalascañas’ y miembro del Grupo de Geología Costera, Antonio Rodríguez Ramírez, expuso entonces que la solución para este núcleo costero, tras los temporales sufridos, era repoblar los espigones en peine en zonas donde ha habido erosión.
Espigones problemáticos. Rodríguez precisó además que la zona de Matalascañas es erosiva de forma natural pero apuntó que "se han realizado actuaciones en la costa que ha podido incrementar o condicionar estos procesos, como es el espigón Juan Carlos I", del que, según dijo el Ayuntamiento entonces, "no se hizo un estudio de impacto medioambiental en condiciones en su tiempo y es el causante de que la arena no llegue a Matalascañas".
En este sentido, el investigador apuntó que a lo largo del tiempo se ha acrecentado la erosión en determinadas zonas como son las del camping y la del faro. No obstante, señaló que la zona central se ha mantenido, pero por los laterales "los procesos erosivos han sido intensivos".
Por otro lado, apuntó que los espigones en peine "están ayudando a retener la arena", a lo que añadió que el problema estriba en las zonas donde no existen este tipo de construcciones, en las que "está atacando la erosión", por lo que una posible solución sería "intentar repoblar con más espigones la zona del camping, del faro y de Doñana, y alimentar con arena las zonas erosionadas". Este estudio y sus conclusiones fueron remitido a Costas, que trasladó las acciones de recuperación hasta 2011, según informa el Ayuntamiento.
